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Memorias del cine

Músicos cubanos en el cine

Por: Rafael Lam

A partir de la aparición del sonido en el cine, los músicos y cantantes cubanos se integran, al ritmo y el movimiento. Hay que recordar que, desde los tiempos del cine silente, pianistas o pequeños grupos ilustraban la trama argumental, según me cuenta el estudioso Jorge Calderón.

En esa experiencia de tocar en cines silentes contamos con Ernesto Lecuona, Bola de Nieve, Isolina Carrillo y muchos más; pero eso lleva capítulo aparte.

Ernesto Lecuona es de los más afortunados en la música en el cine, muchas de sus composiciones se encuentran en la banda sonora de grandes películas: Como arrullo de palma, Canto Siboney, Estás en mi corazón, llamada también Siempre en mi corazón.

En 1942 aconteció lo inusitado, Hollywood le solicita a Lecuona una romántica canción para una película que llevaría el nombre de Alway in my heart. Sería el tema de una película melodramática de Francis Kay. Como siempre sucede, la película pasó al olvido y la canción quedó para la historia.

El gran genio del mambo, Dámaso Pérez Prado, tiene composiciones en muchas películas, pero es Patricia la que lo llevó a la cúspide en la película de Federico Fellini La dulce vida (1960).

Uno de los clásicos-populares, Eliseo Grenet, creador de temas antológicos, tiene su música en varias películas mexicanas: Juntos, pero no revueltos; Conga Bar, Escándalo de Estrellas, Los huéspedes de la marquesa.

Nilo Menéndez, creador de la música del bolero emblemático Aquellos ojos verdes (letra de A. Utrera), con el título de Green eyes, colocó su moderna composición en la película The Fabulous Dorsey y, en tiempos modernos, hasta en el filme Papeles secundarios de Orlando Rojas.

Osvaldo Farrés, uno de los compositores más difundidos de Cuba, situó su obra Tres palabras para musicalizar un animado de Wald Disney: Música maestro.

En tanto, Rita Montaner La Única, puso su voz en unas 15  películas. También mostró sus dotes de cantantes en algunas de ellas como Sucedió en La Habana.

Benny Moré, el símbolo de la música cubana, tiene su voz en Carita de cielo, con la rumbera Ninón Sevilla bailando a su alrededor. Sobre su vida y obra se grabó el material Hoy como ayer y la película El Benny, del cineasta cubano Jorge Luis Sánchez.

A Bola de Nieve lo escuchamos en el filme Adiós Buenos Aires, junto a Lecuona y Esther Borja. También en una película española: La ley del deseo, de Pedro Almodóvar.

Obdulio Morales tuvo participación en la película Siete muertes a plazo fijo. Mientras que el pianista Juan  Bruno Tarraza participa en muchas películas mexicanas. Bobby Collazo en La hija del penal, Hay un niño en el futuro, Viajera, Esto es felicidad.

También los músicos sinfónicos están en la pantalla grande: Leo Brouwer, Carlos Fariñas, Juan Blanco, Harold Gramatges y el gran José María Vitier, quien se mueve entre lo popular y lo concertante.

Las películas musicalizadas por Leo Brouwer son incontables: Lucía, Memorias del subdesarrollo, Una escuela en el campo, Los días del agua, Wifredo Lam, ¿Qué dice usted?, Tiempo de amar, Tiempo de morir y muchas más.

Los trovadores están en muchos documentales y películas del Icaic: Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, son dos de los más reconocidos.

Con la democratización de las nuevas tecnologías los jóvenes han tenido mayores posibilidades de hacer cine y junto a ellos han aparecido muchas promesas de la música que hacen sus aportes a este cine de los nuevos realizadores que dará mucho de qué hablar en el futuro.

 

 

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