La profesora invisible
Por: Bruno Suárez Romero
Varias generaciones de cubanos recuerdan el programa Educación Musical en la radio. La voz de la eminente profesora y músico Juana Rivero Casteleiro, Cuca Rivero (Pinar del Río, 1917–La Habana, 2017), nos acompañó desde el éter entre 1962 y 1993.
El uso de la radio como medio de enseñanza ha pasado por varias etapas, y eso se registra en la historia del medio en nuestro país. La experiencia con la música resultó de una alta efectividad para los públicos, a partir de la mágica comunicación lograda por el espacio.
Este programa de educación musical se diseñaba pensando que el radio-receptor se colocaría en un aula de primaria, justo en el lugar donde los maestros imparten sus clases. Así los alumnos recibirían toda la información necesaria y disfrutarían del juego de “La profesora invisible”, sobrenombre otorgado por el público.
“Aquel que está allá en el fondo, recuerda que la boquita debes tenerla ovalada, para que puedas frasear bien. Miren quién va entrando allí… tac tac tac. La perrita corchea”.
Los textos antes mencionados iluminaban la clase. Los alumnos aceptaban las indicaciones de la profesora con la curiosidad marcada, en si realmente, pudiera estar oculta dentro del radio o en algún otro rincón del aula.
El lenguaje radiofónico, basado esencialmente en la construcción de imágenes con la palabra, la música y los ambientes sonoros, resultaba terreno ideal para la expresión de los objetivos del programa.
Ese método de enseñanza de la música a través de la radio es creación absoluta de la profesora Cuca Rivero, quien fuera además de conductora del espacio, su guionista y directora. Algo a significar es la colaboración que al mismo dieron, en un principio, el maestro Adolfo Guzmán, al piano, y la cantante Berta González.
La consolidación del método pedagógico aplicado por Cuca se dio en el curso 1975-1976, cuando la Educación Musical se incorporó como asignatura de la Enseñanza General del Ministerio de Educación, contando con el apoyo del Instituto Cubano de Radio y Televisión y el entonces Consejo Nacional de Cultura.
El programa tenía dos frecuencias semanales y se transmitía por la emisora Radio Rebelde. La idea partió de un razonamiento de la maestra Cuca.
“Cuba es un país bailador, los cubanos son muy buenos bailando y les encanta el baile, pero no tienen la tradición de cantar”.
A partir de ese criterio proyectó su idea y la hizo trascender también en el terreno del arte radiofónico. Porque “La profesora invisible”, no solo enseñó a cantar sino que llenó de sentidos la vida de sus discípulos.
La propuesta para que la idea se desarrollara en la televisión llegó un día. Entonces, Cuca Rivero, quien había hecho la mejor interpretación del suceso cultural que resultó ser su programa, expresó: “De ninguna manera, en la televisión la profesora dejaría de ser invisible”.
Defendía así las indiscutibles cualidades de la radio para crear universos de comunicación. Esos que nos permiten hoy hacer la historia de esta asignatura y sus clases, como si hubiese sido un hermoso cuento infantil.