La Habana: una ciudad posible en el sentido cultural
Por: Maya Quiroga
La capital cubana se alista para celebrar el aniversario 35 de la Bienal de La Habana, entre el 12 de abril y el 12 de mayo del 2019, una cita que en su 13ª edición tendrá como lema: “La Construcción de lo Posible”.
Tal como señala la Plataforma Conceptual de la Bienal, su equipo de curadores aspira a que el arte señale nuevos caminos de razonamiento colectivo y que sus realizaciones ofrezcan, a partir de la confrontación de diferentes modelos creativos y de circulación, un mayor acercamiento entre públicos, localidades y niveles de experiencia.
¿Puede lo artístico implicar una nueva dimensión social y servir de modelo para el encuentro con nuevas estructuras de sostenibilidad?, es una de las interrogantes que plantean los organizadores del evento, reconocido como uno de los más prestigiosos de Latinoamérica, el Caribe, y el mundo entero.
Hace tres años el curador Juan Delgado – a quien se deben dos ediciones de la exposición colectiva Detrás del Muro–, anda buscando artistas en cuyo discurso se vea reflejada la identidad nacional.
Entre los proyectos que tendrá por escenario un importante eje cultural de la ciudad se encuentra uno liderado por la arquitecta Vilma Bartolomé. Se extenderá a lo largo de cinco kilómetros, desde la calle Línea y 18, en el Vedado, hasta Prado y Malecón, en La Habana Vieja. Se trata de un sui géneris corredor de arte que romperá con los espacios convencionales de exhibición.
Bartolomé tiene como propósito interconectar las más de treinta instalaciones culturales que existen en la calle Línea y establecer sinergias entre ellas, en función de un arte público que tenga como destinatario a la población porque, inevitablemente, “la ciudad contemporánea cubana tendrá que alzarse sobre la cultura”, destacó la líder del proyecto Espacios, que en este 2018 arriba a veinte años de su fundación.
Mientras tanto, el artista de la plástica Wilfredo Prieto centrará un foco de atención en la arquitectura, gastronomía, dramaturgia y cine desde su estudio galería, ubicado en las inmediaciones del Puente de Hierro, que une el Vedado con Miramar.
Por primera vez, el evento sale de los marcos habituales para llegar a otras ciudades de Cuba como Cienfuegos, Trinidad y Camagüey, donde el Festival Internacional de Video Arte se enlazará con la Bienal.
La artista María Magdalena Campos tendrá su propuesta en un café de Matanzas y en Sancti Spíritus quedará emplazada la instalación Viaje infinito, construida con cemento y asfalto, una carretera, con una obra vial y peatonal, atravesada por un paso de nivel, en forma del símbolo matemático infinito. Su autor es Wilfredo Prieto, quien lleva siete años trabajando en la pieza de un kilómetro de largo.
“Quizá sea la obra más grande del arte cubano contemporáneo y probablemente del mundo”, señaló el arquitecto Nelson Herrera Ysla, uno de los curadores de la cita.
La 13ª Bienal celebrará el aniversario 500 de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana. Como destacó el arquitecto Herrera Ysla: “La Habana puede ser todavía una ciudad posible en el sentido cultural”.
El más trascendente evento internacional de las artes visuales en la Mayor de las Antillas está organizado por el Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam, el Consejo Nacional de las Artes Plásticas y el Ministerio de Cultura de la República de Cuba.