Los cines de La Habana
Por: Rafael Lam
El cine llega a La Habana el 24 de enero de 1897. El local se instaló en Prado 126 entre San José y San Rafael, en la acerca del teatro Tacón donde estuvo situada la Exposición Imperial. Al inicio no existieron cines como tal, sino tiendas para carpas ambulantes que iban de esquina en esquina para exponer filmes; una vieja tradición que proviene de los circos. Una de estas carpas-cine se llamó “La Tienda Negra”, título que toma Eulalia Douglas “Mayuya” para escribir un libro cronológico del cinematógrafo en Cuba (1996).
Con la llegada del cinematógrafo se crearon compañías para la realización de filmes. Esos primeros creadores fueron tratados con ingratitud. En 1897 Jorge Suaston, empresario del teatro Irijoa (después Teatro Martí), viaja a Nueva York para adquirir proyectores y presentar el primer cine de la ciudad, que se inaugura el 10 de abril. El 21 de ese mes se sitúa un nuevo cinematógrafo en el teatro Alhambra (Consulado y Virtudes), después de la tercera tanda del teatro. Y el 29 de abril se traslada para el teatro Payret. Ya el 17 de enero de 1899 se cambia el nombre de Irijoa por el de Martí, para el acontecimiento se invita a la familia del Apóstol.
El 29 de julio de 1900 se estrena en el teatro Tacón una película parisina. En 1906 pasa a ser el teatro Nacional con nueva gala, se estrena allí el cinematógrafo Rosas. En ese mismo año los cinematógrafos del Payret son sustituidos por el sexteto de Miguel González. Y en 1907 se estrena el primer largometraje de ficción cubano llamado “Un duelo a orillas del Almandares” de Enrique Díaz Quesada.
Para abril de 1906 se presenta en la sala Actualidades (Monserrate, e/ Neptuno y Águila) el primer local construido expresamente para cine, constituye el primer cine de La Habana, donde también se presentó por primera vez Miguel Matamoros en su visita a la ciudad.
En esa primera noche en el Actualidades debuta un grupo de “parlantes” dirigido por Claudio Cuesta. Los parlantes hablaban detrás de la pantalla. La primera película en colores presentada fue “La Gallina de los huevos de oro”. En octubre de 1906 se edifican los jardines del teatro Martí, llamado Edén Garden.
En septiembre de 1907 Ernesto Lecuona, con solo doce años comienza a trabajar como pianista acompañante en el cine Fedora de Belascoaín y San Miguel. Lecuona dirigía su orquesta a intervalos ofrecía solos de piano. También lo hace en los cines Norma, Turín, Tester y Orión.
Hacia 1919 se inaugura la carpa-cine “La Tienda Negra de Santos y Artigas”, en Belascoaín, próximo a Cuatro Caminos. Se presentan películas estilo Oeste. En 1921 Santos y Artigas inaugura el cine Capitolio (después llamado Campoamor en Industria y San José, frente al teatro Campoamor, abandonado, en espera de reconstrucción.
En octubre de 1921 Gonzalo Roig (de la orquesta Campoamor), Ernesto Lccuona, José María Arrieta y Manuel Duchesne protestan contra los empresarios de cine por problemas de salario. Con el propósito de restarle público a los cines comenzaron a ofrecer conciertos en el Parque Central, dirigido por Roig, en el mismo horario de las funciones de cines.
Ya en 1957 llegaron a contarse 129 cines en La Habana, ellos estuvieron muy relacionados con el teatro, la música y el espectáculo.