El día mundial de la radio
Por: Bruno Suárez Romero
Hay quienes aseveran que debido a los avances tecnológicos el siglo XXI verá fenecer la radio en un lapso de tiempo corto. Esa afirmación se basa en el criterio, un tanto generalizado, de que las redes sociales lograran suplantar las funciones informativas y la inmediatez que se atribuye al medio.
Otro elemento que pesa es la ausencia de imagen en un mundo dominado por esta, aunque ya en ese sentido la radio ha logrado trascender con suerte años de coexistencia con la televisión y el cine.
Mucho se ha especulado y teorizado al respecto, lo cierto es que ahí sigue la radio adecuándose a estos tiempos y redimensionando sus funciones.
El 18 de diciembre de 2012 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 67/124 hizo suya una propuesta de la UNESCO y proclamó “Día Mundial de la Radio” al 13 de febrero, día en que se creo la Radio de las Naciones Unidas en 1946.
Indiscutiblemente la instauración de esa fecha es un reconocimiento a los grandes aportes que este medio ha hecho al arte, la historia y la cultura universal. Esa acción inmortaliza a la radio y la salva de quedar en el olvido si los augurios de su desaparición llegaran a cristalizar.
Podemos mostrar otra cara de la moneda y brindar algunos elementos que indican una vida más larga para la radio y una evidente inserción en la nueva era mediática.
En estos tiempos las redes sociales han construido un tipo de público agrupado en las llamadas “burbujas informativas” conformadas por personas afines que van captándose unas a las otras y estableciendo pautas de aceptación.
La dinámica comunicativa de la radio puede romper esos cercos y favorecer la interacción entre personas diferentes. Los programas de participación posibilitan la pluralidad y brindan una compañía más cálida y directa.
En el análisis no pueden faltar los valores inherentes a la naturaleza sonora del medio. La radio tiene a la voz humana como el principal recurso de comunicación y es en el habla donde se sustenta el lenguaje de los pueblos. El resto de los recursos expresivos sonoros constituyen una suma de elementos sugestivos que imponen un estado magno de comunicación auditiva.
A partir de estos criterios podemos arribar a la conclusión de que a la radio le queda aún terreno por andar y mucho que aportar a los saberes de la humanidad.
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