Al habla con un narrador deportivo: Luis Alberto Izquierdo
Por: Bruno Suárez Romero
La programación deportiva de la radio nacional cuanta con un número importante de seguidores a lo largo y ancho del país. El conocimiento que sobre el deporte posee la población es el reto para que los profesionales dedicados a estos menesteres perfilen sistemáticamente sus saberes. Son varios los especialistas radiales que intervienen en una transmisión deportiva, entre ellos: compiladores, periodistas, realizadores de sonido y directores, pero sin dudas a quienes el público atribuye mayor responsabilidad es a los narradores-comentaristas.
Sobre esta temática conversamos con Luis Alberto Izquierdo, quien posee más de treinta años de experiencia en esas lides, con una labor sistemática que le ha permitido ejercer su profesión en eventos nacionales e internacionales.
“Tradicionalmente hay deportes que son narrables para la radio, en nuestro país, como el béisbol y el boxeo, otros deportes con pelotas como el básquet, el voleibol y el fútbol son también narrables por la radio por el ritmo y variedad de sus jugadas que permiten un nivel de descripción intenso. Hay otros dentro del atletismo, por ejemplo, que considero que no son narrables para la radio por el amplio espacio que hay que llenar con comentarios al haber pocos elementos para describir como: las carreras de fondo, los lanzamientos del martillo, la jabalina, el disco y deportes de combate donde el ritmo de las acciones es más lento como el judo y la lucha. No obstante gracias a la profesionalidad de algunos compañeros esa función se ha cumplido sobre todo cuando es importante llevarlo a la audiencia por la presencia protagónica de nuestro país en ellos”.
El dominio del lenguaje radiofónico es una premisa imprescindible para los narradores-comentaristas deportivos, dicho lenguaje depende de la integración de varios elementos, desde el contenido de lo que se expresa hasta el cómo se dice y las condicionantes tecnológicas con las que se trabaja. A criterio de Izquierdo, en la rutina productiva de un narrador-comentarista hay elementos que son imprescindibles.
El dominio del lenguaje radiofónico es una premisa imprescindible para los narradores-comentaristas deportivos, dicho lenguaje depende de la integración de varios elementos, desde el contenido de lo que se expresa hasta el cómo se dice y las condicionantes tecnológicas con las que se trabaja. A criterio de Izquierdo, en la rutina productiva de un narrador-comentarista hay elementos que son imprescindibles.
“La condición óptima para la narración deportiva de la radio es la presencia en el lugar donde se realiza la competencia para poder observar un grupo mayor de acciones. No se hace igual el trabajo cuando se narra a través de la pantalla de un monitor, de esa forma te sueles perder muchos elementos de los que suceden in situ y que no son captados por el lente de una cámara. Por ejemplo, en un partido de béisbol, si lo narras a través de un monitor la cámara fundamentalmente está con el pitcher y el bateador y no puedes describir cómo se están moviendo los jugadores a la defensa; si el cuadro se cerró, si el jardinero central se cargó más a la derecha o que movimiento hay en el dugout y que otras circunstancias extras pueden influir y merecen ser descritas.
“Lo ideal es tener lo que se conoce como, posición de comentarista, que es un espacio que se reserva en el lugar de la competición en un ángulo que te permita una adecuada visibilidad. Se debe estar en una posición cercana, pero desde arriba, desde lo alto. Por ejemplo, hemos estado en competencias internacionales de atletismo donde la posición de comentarista se sitúa cerca de la meta a la altura de un segundo piso. Esto te permite ver el estadio completo, el área de competencia y todas las acciones de los atletas. En los últimos tiempos la posición de comentarista está apoyada tecnológicamente por una computadora que te va ofreciendo datos y un monitor que te permite ver detalles como las acciones en cámara lenta”.
La afición cubana disfruta una gama amplia de deportes. En las últimas décadas se ha arraigado el gusto por el fútbol y el público sigue las ligas de distintas áreas del orbe. Esto requiere de una especial preparación para un narrador-comentarista pues en ese tipo de eventos el trabajo se realiza a partir de la señal de televisoras internacionales con determinados códigos de producción. Al respecto nos comentó Luis Alberto Izquierdo.
“Esto implica una gran responsabilidad para el narrador pues ese tipo de eventos es muy seguido y la afición domina mucho ese deporte. Tienes que prepararte y estudiar los nombres y toda la información de cada uno de los atletas, los regulares y los no regulares para que el público reciba una narración con toda la profesionalidad que merece, llevando todo eso en tu memoria. Tienes que procurar conocer físicamente a los atletas para que puedas describir las acciones con fluidez y atribuirlas a quien las realizó. Hacer todo eso off viu, o sea a través de un monitor, con las limitaciones que anteriormente expliqué, implica un gran esfuerzo para los narradores tanto de radio como de televisión, pero un doble esfuerzo para la radio porque la televisión tiene la imagen y puedes dejar que el público se apoye en lo que está viendo, pero en la radio tienes que describir todo el tiempo. Imaginemos el esfuerzo que hay que hacer en un campeonato mundial de fútbol en un encuentro entre un equipo asiático y uno de África, por poner algún ejemplo, donde hay jugadores que no juegan en las ligas internacionales. Y saber que esa preparación hay que hacerla con inmediatez y para varios partidos.”
La labor del narrador-comentarista deportivo implica una doble especialización, una: en los elementos artísticos del cargo que determina el trabajo de animación con los tonos de la voz y con la construcción de imágenes a través de la palabra y otra: en la técnica y reglas de los diversos deportes con los que se trabaja.
“Este concepto de narrador-comentarista no es habitual en el mundo, es algo que hacemos en Cuba. En el mundo existe el narrador y los comentarios los hace otra persona que por lo general es un exatleta de ese deporte, que ha sido una gran figura como deportista o puede ser también un entrenador, que ofrecen su visión especializada de los procesos por los que está pasando algún atleta a partir del profundo conocimiento que le dan sus propias vivencias, realmente sería ideal trabajar con el apoyo de comentarios de esa naturaleza, donde el comentarista te explica que está haciendo mal un bateador en la forma de pararse o al agarrar el bate y cosas así.
“En ese sentido creo que a partir de la cantidad de deportes que nosotros tenemos que trabajar, por ejemplo, en un evento múltiple, a nosotros nos falta especialización en algunos deportes. Creo que se debe luchar por la especialización para que no suceda lo que a veces pasa en algunas narraciones y cito el boxeo, donde se dice todo el tiempo: derecha del cubano, izquierda del cubano sin mencionar el nombre del golpe (gancho, swing, golpe recto). Hay que ubicarse en el deporte que se está narrando y ser más descriptivo donde más acción hay. A veces se da más tiempo al comentario y las acciones pasan y se pierden. Yo creo que en deportes como el béisbol por sus características hay tiempo para comentarios, pero se debe procurar describir más y en el momento del suceso, no narrar las jugadas en pasado. La mejor narración de un jonrón es cuando está sucediendo, es ahí donde hay la mayor emoción.
“He compartido en eventos con narradores de varios países y hay narradores extraordinarios en América Latina, pero se especializan en uno o dos deportes. No he conocido a narradores en la escena internacional que, al terminar un evento múltiple, como una olimpiada, hayan narrado seis o siete deportes como hacemos nosotros en la radio y la televisión”.
Sugerencia del autor: La música y el béisbol en Cuba
La historia de la narración deportiva en nuestro país atesora nombres inolvidables que hicieron época y dejaron huellas en la memoria del pueblo. Sus voces se conservan como patrimonio indiscutible del decir de esta nación que tiene en la práctica deportiva una de sus marcas identitarias. Izquierdo nos recuerda alguno de esos nombres.
“Hay narradores que son íconos en nuestro país porque tuvieron un estilo propio. Yo recuerdo la genialidad de Salamanca en muchas de sus frases que hoy forman parte del ambiente deportivo como: Adiós Lolita de mi vida y tres golpes de mocha y lo tiró para la tonga. Está el estilo sobrio de Eddy Martín con un conocimiento profundo de la historia y un gran dominio del lenguaje, una dicción impecable. Está por ejemplo René Navarro, con un gran poder descriptivo empleando frases como: Bloqueo a cuatro manos y la utilización de epítetos: Las espectaculares Morenas del Caribe. Recuerdo las voces de Piti Rivero y su gran seguridad, Héctor Rodríguez con su gran voz, ya con la voz de Héctor la teleaudiencia quedaba atrapada.
“En la actualidad tenemos excelentes narradores incluso en las emisoras de provincias, pero hay que trabajar, por todos los medios, en profundizar nuestros conocimientos. Un elemento que está siendo recurrente y que hay que vigilar es la imitación de frases utilizadas por narradores del exterior. Se convierten algo muy repetitivo que le resta naturalidad al trabajo”.
La narración deportiva es una de las especialidades que requeriría seguimiento por parte de la crítica artística y cultural. No es frecuente ver artículos enfocados hacia la crítica de espectáculos deportivos, en contraste con esto la radio posee variados formatos con los que se proponen a la audiencia contenidos deportivos. La experiencia del narrador Luis Alberto Izquierdo nos ha permitido reflejar alguna de los elementos formales con que se realiza este trabajo que constituye un producto comunicativo altamente demandado por nuestras audiencias.
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