Soberanía: héroes anónimos detrás de las vacunas cubanas
Por: Maya Quiroga
En el marco de la Jornada por la Cultura Nacional el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) realizará una presentación especial del documental Soberanía (con guion y dirección de Alejandro Gil Álvarez) el 22 de octubre a las diez de la mañana en el Cine Yara.
De acuerdo con la sinopsis se trata de un acercamiento a las circunstancias e ideas valorativas con las cuales se inició el rumbo del candidato vacunal cubano, haciendo énfasis en el universo de sus protagonistas desde un discurso audiovisual propiciador de lecturas y disfrute estético.
Según explicó Tania Ceballos Vázquez, directora asistente de Soberanía, el proyecto surgió a propuesta de la Oficina Santiago Álvarez y es una coproducción con el Icaic. Constituyó un reto artístico y económico en el actual contexto epidemiológico tan complejo signado además por el reordenamiento monetario.
Gil Álvarez, advierte Ceballos Vázquez, se planteó la pregunta de cómo hacer un documental distinto sobre la temática de una vacuna, sin caer en un producto meramente informativo. Es así como él decidió crear un material sumamente humano y que a la vez estuviera dotado de un simbolismo y un sentido más onírico.
Al respecto, el director se propuso sacar a los entrevistados de sus escenarios cotidianos, llevarlos a lugares naturales, afines con sus gustos e intereses, para indagar no solo en sus vidas profesionales sino también en sus temores, sueños, frustraciones, alegrías, tristezas y aspiraciones personales.
Otra idea fue representar la cubanía. Un elemento clave fue la inclusión de la Compañía Lizt Alfonso Dance Cuba (que en este mes de octubre celebra 30 años) con breves cuadros coreográficos que se van insertando a lo largo del desarrollo del audiovisual.
Por eso el guionista escribió una línea argumental sobre la cual la coreógrafa debía trabajar con la música compuesta por Iván Lejardi para expresar los diferentes momentos vividos durante la pandemia de la Covid-19, desde la llegada del mal a Cuba hasta la recuperación del optimismo y la esperanza de desarrollar una vacuna nacional.
En un principio se pensaba entrevistar a cerca de seis científicos involucrados en el proceso, pero durante la etapa de preparación y coordinación el doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente del grupo BioCubaFarma, insistió en mostrar el quehacer de centros de investigación como: el Instituto Finlay, el Centro de Inmunología Molecular, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) y uno de Santiago de Cuba, que no estaba previsto en el presupuesto original.
La dirección de BioCubaFarma, de conjunto con el CIGB, y con el apoyo de las autoridades del gobierno y el Partido Comunista de Cuba en Santiago de Cuba, asumió los gastos de un equipo productivo para rodar en la oriental provincia y reflejar el desarrollo del candidato vacunal Abdala.
El documental se filmó en el Castillo del Morro y La Cabaña, la playa Santamaría, el Jardín Botánico Nacional, el Parque Lenin, en Río Ariguanabo, un palmar en Güira de Melena, la Universidad de La Habana, el malecón capitalino, el Cobre, el Morro de Santiago de Cuba, la Sierra Maestra, el Hospital Saturnino Lora, el parque Céspedes y calles santiagueras.
Nos sentimos muy agradecidos de haber participado en un proyecto como este, de haber tenido la oportunidad de conocer y acercarnos a esos hombres y mujeres que son héroes cotidianos, anónimos de este país, y haber contribuido a darles voz y presencia en las pantallas como un humilde reconocimiento a la labor que realizan”, dijo a modo de resumen la directora asistente.
El equipo principal estuvo integrado también por: Jorge Javier González Fernández, Director de Producción; Milton Alvarado Pérez, Productor de Avanzada, Rodaje y Post Producción; Marcelo Suárez Cardona, Director de Fotografía; Diego Javier Figueroa Torres, Sonido directo, mezcla y diseño de banda sonora; Livan Erick Gispert Gordillo, Dirección de Arte y los camarógrafos asistentes: Julio Tomás Simoneaut Rodríguez, Alejandro Vázquez García y Rigoberto Senarega Madruga.
La edición estuvo a cargo de Fermín Domínguez Fernández y Jorge Carlos Céspedes Montesinos se encargó de los efectos visuales.
Mientras que el staff de la Oficina Santiago Álvarez, encabezado por su directora Lázara Herrera González como Productora Asistente, se prestigió con la figura de Iván Nápoles Céspedes, en calidad de asesor de fotografía.
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