El ambiente musical de la radio hace cien años
Por: Rafael Lam
En los días en que se crea la radio cubana el ambiente musical era propicio, desde 1920 se inicia en grande el portentoso momento de la música cubana, aparecen los sextetos y septetos de son, según María Teresa Linares, el primer boom de la música cubana.
Surge el Sexteto Habanero, El Occidente, El Nacional y muchos otros. Comienza una nueva era musical que repercutiría en todo el país y el Caribe en lo adelante.
En Cuba el movimiento revolucionario tiene un desarrollo organizativo e ideológico. Resalta la lucha estudiantil por la Reforma Universitaria, el Primer congreso Nacional de Estudiantes y Fundación de la Universidad Popular José martí. Emerge la figura de Julio Antonio Mella.
En esas condiciones se inaugura el 10 de octubre de 1922 la radio en Cuba a través de la PWX, en la calle Águila no. 161. El edificio cuenta con una tarja que así lo atestigua.
¿Qué pasó ese día de inauguración?
La gente habanera sentía que corrían tiempos de desarrollo tecnológico, muy esperado en ese nuevo siglo de oro en América. La radio era la gran novedad.
Ese día de inauguración el presidente Alfredo Zayas, pronuncia un discurso in augural, frente a un flamante micrófono que ha sido instalado en su despacho presidencial. Una línea telefónica une a ese despacho con los equipos trasmisores del edificio de la calle Águila.
Aquella histórica transmisión del 10 de octubre de 1922 iniciaba un camino de la radio en Cuba que dejaría una huella profunda en todo el continente. Desde todo el Caribe los países vecinos utilizaban la referencia del nuevo invento; además se nutrían de la rica música que Cuba producía constantemente en grandes cantidades.
En el programa inaugural realizado a las 4 de la tarde se presentó la orquesta que dirigía Luis Casas Romero, primer teniente, segundo jefe de la Banda del Estado Mayor.
Se interpretaron canciones cubanas: Rosas y violetas, de José Mauri; Presentimiento, de Eduardo Sánchez de Fuentes, cantata por la soprano Rita Montaner de Fernández que contaba en esos días con solamente 22 años.
No podía faltar un danzón titulado Princesita, de Luis Casas Romero y ejecutado con su propia orquesta.
Interpretan una criolla de Luis Casas Romero, se titula Soy cubano, y la interpreta el tenor cubano Mariano Meléndez junto a la orquesta de Luis Casas Romero.
La noticia de esta inauguración tuvo repercusiones nacionales, algunas provincias captaron la música emitida, en Ciego de Ávila y Camagüey. También resultó la primera vez en el mundo que un jefe de Estado se dirigía a otro país por medio de las ondas hertzianas. Fue la primera trasmisión internacional de un programa artístico originado en un país distinto separados por el mar y captado en otro, para difundirlo por altoparlantes. También era la primera vez que desde un barco se escuchara la trasmisión de una música cubana.
Se hicieron reportes de la transmisión a dos mil cuatrocientas millas de La Habana.
Ya la música cubana logra tener su fuente de transmisión propia para divulgar logros especiales como el éxito del son-pregón El manisero, que impone el primer boom de la difusión y la industria de la música en de América Latina.
Es la etapa en que la música cubana invade a las Américas y Europa. J. S. Roberts cataloga esta etapa como la “Era del baile” (son, tango, charleston). También es la década en que más se expande el jazz y sus derivados en Cuba (fox-trot, one step, two step).
Esta década de 1920 la catalogan como la cúspide del Teatro Operático en Cuba, visitan las mejores compañías operáticas con estrellas del bell canto como Enrico Caruso, Titta Ruffo, Rosa Ponselle y otros. Ernesto Lecuona ya está totalmente consagrado. En el Teatro Nacional se pone en venta las grafonolas Columbia. El teatro Alhambra está en su mejor momento. Los grandes cabarets Sans Soucí y Montmartre hacen historia.
Ese era el panorama musical y cultural en los días en que aparece la radio en Cuba.
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