Jonrón de Rudy Mora con Primer grado
Por: Valia Valdés
Fue reconfortante apreciar la premier para la prensa del capítulo inicial de Primer grado, serie que llegará a los espectadores a través de la pantalla de Cubavisión, todos los domingos a las 8 y 45 de la noche, a partir del 11 de diciembre.
Drama, amor, suspenso y unas gotas de humor se entremezclan en once capítulos de una calidad artística que seguramente complacerá a los televidentes.
A partir de conocer historias relacionadas con la Ciber violencia, Rudy Mora concibió la idea del proyecto hace dos años. El director reconoce el resultado del dramatizado como bastante cercano a sus propósitos y no descarta la posibilidad de una segunda temporada de Primer grado, debido a los temas polémicos que sugiere el uso inadecuado de internet
Sobre su forma de trabajar, enfatiza el director:
“No soporto la reiteración en las maneras de hacer por lo que busco nuevos caminos para contar; eso es lo que, al pasar el tiempo, me ha identificado. No hay nada más difícil para un artista que encontrar una manera única e irrepetible y esa búsqueda es lo que ha marcado mi estilo. Mi intención no es romper esquemas porque el solo hecho de hacerlo, es más bien encontrar mi forma de decir según los años, los momentos, lo que tengo en mente”.
Protagonizada por jóvenes, la serie plantea una problemática de interés para todas las generaciones que, directa o indirectamente, se ven cada vez más involucradas en el contexto digital y sus consecuencias.
Con 114 locaciones, numerosos personajes, a pesar de la reunificación monetaria y las condiciones de pandemia, Rudy desterró el uso del nasobuco de la pantalla y nos concentró en la cosmogonía juvenil y sus prioridades en el ámbito cubano actual, hallando puntos comunes con los seriados internacionales.
El coguionista Eduardo Eimil reveló a Cubanow la experiencia que compartió con Rudy Mora:
“A partir de la situación planteada por Rudy sobre un grupo de jóvenes y su relación con las redes sociales, lo que nos llevó a investigar ese mundo con profundidad, hicimos un mapa de tramas. Elaboré unos gráficos y aprendí sobre las metodologías creativas actuales de las series televisivas. Me siento orgulloso con el resultado; aprendí mucho con Rudy sobre el trabajo de los diálogos pues él es muy preciso y además fue asombroso el resultado audiovisual a partir de los guiones que escribimos”.
Continúa el escritor:
“Primer grado es compleja, los primeros dos capítulos y el último responden a la trama general y los otros ocho, aunque están atravesados por la historia central, se particularizan en otros personajes y su relación con la venganza de Daniela, lo que se convierte en algo positivo para los personajes en el sentido humano porque nuestro objetivo, sin ser didáctico, tributa hacia un sentido de responsabilidad”.
Enmarcar el conflicto central dentro del contexto digital condicionó la realización de múltiples efectos de este tipo que aportan atractivo y agilidad a la obra. El director utiliza la segmentación de la pantalla y establece paralelismos entre situaciones, mientras la pericia en la edición se acompaña del ritmo y la diversidad de estímulos e información que aporta la banda sonora de Alejandro Padrón quien dio buen uso a las composiciones de Juan Carlos Rivero.
El músico ha escrito numerosas obras para el audiovisual y acompañó a Rudy Mora en los dramatizados Conciencia y Diana. La conversación con Rivero posibilitó conocer el proceso de creación de la música original de la serie:
“Rudy es una persona con muchos sueños, que ama la creatividad y me pidió componer mucha música de géneros como: jazz, sinfónico, rock y reguetón “repartero”, para el que recibí la colaboración de Álvaro Ruíz. Esta diversidad musical resultó en una variedad que tributa a un tema central. A medida que le hacía propuestas, el director iba pidiéndome lo que necesitaba en función de las situaciones dramáticas y cuando comprendí lo que él buscaba, la música fluyó.
La producción de Gretel de Varona y Adriana Moya, la labor de Emma Robaina, el diseño de vestuario de Denia González y cada uno de los especialistas son muestra de la meticulosidad que tanto necesitamos en nuestras producciones televisivas. El planteamiento audiovisual sigue la dinámica actual de las redes sociales y en ese propósito resulta esencial el virtuosismo fotográfico de Alexander Escobar, el cual aprendió de cámaras y luces junto a su padre, el camarógrafo Jorge “Charlie” Escobar, quien lo guió e insistió en que se iniciara en los trabajos más elementales dentro de la especialidad. Dramatizados, musicales, documentales y Rudy Mora, marcaron su evolución:
“Mi trabajo con Rudy comenzó hace años; antes de hablar sobre la fotografía, él me explica el proyecto para que lo comprenda en toda su extensión. Eso me motiva a sacarle partido a locaciones interesantes que aporten matices, ayuden a narrar y puedan tener relación con el estado emocional de los personajes. Trabajo la iluminación en función de esos objetivos, busco planos que contribuyan a contar la historia y utilizo distintos tipos de soporte que aporten diversidad y enriquezcan la propuesta visual”.
Primer grado es protagonizado por jóvenes talentosos, en su mayoría graduados de la ENA. Sobre los noveles actores descansa el conflicto central al reflejar el mundo estudiantil en diferentes enseñanzas. De ellos destacan en el primer capítulo: Diany Aurora Zerquera y César Domínguez.
El reparto incluye a la Premio Nacional de Teatro y Televisión Verónica Lynn en una caracterización sorprendente que Rudy concibió para ella y que tendrá su máximo desarrollo en el séptimo capítulo.
Yailene Sierra interpreta la madre de Daniela, el personaje protagónico. Sobre el dramatizado que llegará a los televidentes a partir del 11 de diciembre expresa:
“La serie sustenta que, aunque las cosas se compliquen, el mejoramiento humano es posible. El resultado muestra el talento de todas las especialidades, pero Rudy participa en todos los procesos porque es un director que se anticipa, que llega a grabar con completo dominio de lo que quiere conseguir, tiene la serie en su cabeza hasta en lo más mínimo”.
Acerca del conflicto de su personaje puntualiza:
“Nuestra historia es intensa, a partir del primer capítulo se desencadenan sucesos en los que debo apoyar a mi hija. Además, vivimos agregadas y eso suma otros conflictos a una situación dramática que se descubre a través de los capítulos”.
Los televidentes podrán apreciar también la interpretación de Carlos Gonzalvo quien colaboró anteriormente con Mora en Conciencia. Sobre su participación en Primer grado manifiesta:
“Rudy es un director que no se conforma con una sola propuesta, busca otras aristas, a veces opuestas, para enriquecer los personajes. Mi role no participa en la trama central pero como mensajero a domicilio acompaño a otros y surgen relaciones bonitas, a pesar de las circunstancias de la trama”.
El equipo es amplio y no podemos mencionarlos a todos. El resultado es meritorio y estoy segura de que el dramatizado será bien recibido por los que esperan más de la televisión cubana.
Tenemos magníficos directores de televisión en Cuba. En esa lista no tan larga, cumple todos los requisitos Rudy Mora, un artista que respira creatividad y que, según sus propias palabras, toca cada aspecto de la realización hasta el detalle. El primer capítulo de Primer grado es un jonrón, los invito a ver la serie.
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