Clandestinas. Una colección Ghost Posters
Texto y Fotos: Valia Valdés
Es común entender el poster como un cartel que se fija a la pared y tiene vida limitada, en concordancia con el material de que está hecho. Además, es considerado desechable cuando pierde la finalidad publicitaria que lo originó. Sin embargo, en Clandestinas, las diseñadoras y artistas visuales rebasan el afán promocional para defender la posibilidad de un cine donde la creación femenina no sea un hecho aislado.
Ante la frustración de los artistas de no poder filmar, los curadores Agapito Martínez, gestor de colecciones de carteles, y Eduardo Marín, diseñador, concibieron la idea de organizar exposiciones de posters de películas no filmadas. En la exhibición que prepararon con motivo del 43 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano solo participan mujeres y de ellas, tres directoras han logrado realizar sus películas: Karla Valdés, Heydi Hassan y Aracelys Avilés.
Agapito Martínez expresa el pensamiento de ambos curadores en las palabras inaugurales:
“Después de 12 años de reunir los guiones y convocar a las diseñadoras y artistas visuales, es posible mostrar la colección Clandestinas, compuesta por treinta piezas sobre igual número de historias, y el cartel de la exposición realizado por la diseñadora Gabriela Gutiérrez, quien también defiende otro de los posters. La exhibición pretende visibilizar y desempolvar el tremendo potencial de narraciones y universos imaginados por las realizadoras, desafiando su tradicional sub representación en nuestras pantallas. Que diseñadoras o artistas visuales hayan creado los carteles puede asumirse como un acto de autosuficiencia de género y a la vez como una muestra del talento relegado”
El tiempo que Agapito y Eduardo han dedicado a las tres colecciones de Ghost Posters contiene la perseverancia de los curadores y el creciente desarrollo de las féminas en la cartelistica y las especialidades de guión y dirección. En la primera carpeta presentada en la Muestra Joven en 2008, los curadores solo recibieron el libreto cinematográfico de Ana Rodríguez, de entre los 25 que protagonizaron los posters mayoritariamente creados por hombres.
La segunda colección de 2010 fue exhibida también dentro de la Muestra Joven con el título: Últimas escenas y estuvo dedicada por completo a la obra no filmada de Tomás Gutiérrez Alea, con la presencia de las diseñadoras: Idania del Río, Michelle Millares Hollands y Giselle Monzón.
Las treinta diseñadoras y artistas visuales que participan en la tercera edición pertenecen a diferentes generaciones, territorios y miradas. Es una pena que tanto diseñadoras como realizadoras continúen sufriendo el clandestinaje debido a que las autoridades competentes prefirieron no agregar pie de obra a los carteles para no dañar la pintura de las paredes de la sala expositiva y de esa forma privaron al público de la información imprescindible.
Un desacierto de la inauguración fue la ausencia de las voces femeninas protagonistas del tema. Todo espacio es válido para impulsar proyectos y en el lobby de la sala 23 y 12, sede de la Cinemateca de Cuba, gracias a Clandestinas, vibran anhelos de filmar que hubieran podido ser compartidos con la audiencia especializada.
La mayoría de las propuestas de la colección Ghost Posters logran ser sugestivas e insinuantes, con un buen uso de las metáforas visuales. Algunos de los carteles impactan por su belleza y la sublimación de elementos propios del género. Todas las obras expuestas son útiles y necesarias como manifestación de la existencia innegable del talento femenino, desbordante de inspiración y deseos de comunicarse a través de las imágenes.
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