Pinocho. La obra animada de un artista comprometido
Por: Maya Quiroga
Mucha alegría ha traído al pueblo azteca la noticia de que Guillermo del Toro Gómez, recibió su cuarta estatuilla en los Premio Oscar, esta vez en la categoría de Mejor Película Animada por su versión del clásico Pinocho, un musical del género fantasía oscura, realizado con la técnica de stop motion.
Hace dos años, en marzo de 2021, se anunciaba el inicio de la filmación de Pinocho en Guadalajara, la ciudad natal del director y productor mexicano. Justamente allí fundó el Centro Internacional de Animación conocido como “El Taller del Chucho”, con el propósito de apoyar a la siguiente generación de cineastas y animadores.
Asegura el ilustrador y músico Eduardo Dondé, en un artículo publicado en el sitio web IndustriaAnimacion.com que se trata de uno de los Estudios más grandes de su tipo en Latinoamérica.
El Centro constituye una fuente de empleo y educación para los talentos mexicanos pues a la par de las producciones cinematográficas internacionales, para toda clase de audiencias, en él se imparten cursos y talleres que han contribuido a establecer un vínculo entre Guadalajara y el resto del mundo.
Nace el niño de madera
Del Toro había recorrido, infructuosamente, todos los estudios en Hollywood hasta que se encontró con Reed Hastings, director ejecutivo de Netflix quien se mostró interesado en producir el animado Pinocho para la plataforma de streaming. También se sumó la productora DreamWorks Animation.
Apunta Dondé que, con la intención de posicionarlos en la industria, y atraer más proyectos para los Estudios, Del Toro eligió a un grupo de cineastas locales para que colaboraran en unos cuantos minutos de la cinta y recibieran su correspondiente crédito.
“Ha sido muy sonado el regreso del tapatío más querido (…) De hecho, en Jalisco hay grandes directores de animación stop motion, quienes están involucrados en el filme. Suena poco, pero van a hacer 10 o 15 minutos de Pinocho y eso significa todo un año de trabajo. Estamos muy emocionados por ello y es seguro que Guillermo estará por acá”, dijo entonces Rodolfo Guzmán, Director de la Comisión de Filmaciones de Jalisco.
La versión del cineasta mexicano no tiene nada que ver con las adaptaciones anteriores realizadas por Disney sobre el cuento de Carlo Collodi. Del Toro y su equipo del Taller del Chucho alcanzan un alto grado de perfección en la técnica artesanal del stop motion mediante la cual logran recrear situaciones mágicas y fantásticas, de gran belleza y lirismo, acompañadas por la banda sonora. La crítica especializada la ha calificado como una verdadera obra de arte.
El aclamado cineasta, director, guionista y productor ambientó su historia en la Italia fascista de Mussolini y su punto de vista está presente en la crítica a los poderes dictatoriales y la violencia, en medio de la Segunda Guerra Mundial, representados por la Iglesia y el Ejército. En su cinta reflexiona sobre la vida más allá de la muerte física, habla del amor entre padres e hijos, del valor de la amistad, la humildad y de la importancia de aceptar las diferencias.
Del Toro ha confesado que es amante de la escuela de arte simbolista y que se siente fascinado por el mundo de la fantasía, los monstruos, seres fantásticos y los temas oscuros que han marcado muchas de sus producciones audiovisuales, cargadas con un fuerte ambiente sórdido y agobiante. Se trata de una especie de sello personal.
A lo largo de su carrera, ha sido reconocido con algunos de los lauros más importantes en la industria como: el Premio Goya, el Ariel, el Emmy, el Globo de Oro y ya tenía en su haber dos Premios Oscar, en las categorías de Mejor Película y Director, por el largometraje de ficción La forma del agua.
Algunas de sus obras más destacadas son: El Espinazo del Diablo, Hellboy, El Laberinto del Fauno (Mejor Guión Original en los Oscar, 2006) y Titanes del Pacífico. Dentro del mundo de la animación sobresale por el ser el creador de la exitosa saga de Trollhunters: Tales of Arcadia, producidapara Netflix.
Por otra parte, ha fungido como productor ejecutivo de largometrajes de DreamWorks Animation como: El gato con botas, Kung Fu Panda 3, El Origen de los Guardianes y Cómo entrenar a tu dragón 3.
En 2007 creó la compañía de producción Tequila Gang y se convirtió en uno de los co-fundadores del Festival de Cine de Guadalajara que ha brindado una plataforma para que los jóvenes cineastas mexicanos muestren sus obras en Los Ángeles, Estados Unidos. En ese certamen impulsó una nueva categoría: Mejor Largometraje de Animación.
Sin dudas, se trata de un artista comprometido y con responsabilidad social, que no olvida sus raíces e identidad y por eso su pueblo natal celebra hoy sus logros en el mundo del cine animado mexicano.
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