Amar Chitra Khata y el cómic contemporáneo en la India
Por: Haziel Scull Suárez
La India es un sitio donde la historia, la cultura y el arte se han desarrollado de una manera indisoluble, que es difícil dilucidar donde empieza una y termina la otra. El cine, por poner solo un ejemplo de primerísima forma de industria cultural, ha llevado a todo el planeta la manera de ser y sentir del pueblo indio siendo hoy su mayor embajador cultural.
El cómic es una manifestación del arte joven y, según algunos teóricos, aún en construcción, aunque ha sabido mezclarse con las características identitarias de cada pueblo donde comenzó a desarrollarse, de manera casi uniforme, desde mediados del siglo XIX. Más allá de que en cada país ha estado sujeto a las maneras propias de la industria editorial, de manera global pueden encontrarse líneas generales en el discurso narrativo y medios que encuentra para expresarse. Sin embargo, cualquier definición estaría incompleta si no se habla del poder de comunicación en el cómic. La máxima clasificación a la que puede llegar él es la de ser medio de comunicación, al decir de Manuel Barrero (Barrero, 2005: 13).
En la India el cómic ha tenido un desarrollo silencioso. Debido a varios factores: la proliferación de cómic tipo “occidental” en el mercado mundial, el nacimiento tardío de la industria en la India, la cercanía a la región “manga” y el acaparamiento cultural que supone Boollywood; el país asiático no es reconocido como un sitio donde se produzca y comercialice el 9no Arte. Aunque los primeros pasos de su industria datan aproximadamente de la década del 30, su auge real comenzó en la década de 1960, cuando se inicia la llamada Edad de Oro del cómic indio, que se extiende hasta los años 80. Un hito en estas fechas es cuando en 1967 surge Amar Chitra Katha, una editorial que crea diversas series de cómics que se centraban en los mitos y leyendas del país. Estos tuvieron un grandísimo éxito, pero sobre todo (y por lo que es considerado el espacio impulsor del cómic en la India) ayudó a que esta manifestación del arte se popularizara y hoy la lectura de historieta sea parte del día a día en el país.
Sin embargo, habría que preguntarse ¿qué representa esta editorial dentro de la cultura de la India?
La Edad de Oro de los cómics indios se considera ampliamente como el período en que la industria de la historieta experimentó un aumento en la creatividad, la innovación y la popularidad. Esta era marcó el surgimiento de varios personajes icónicos, editores y artistas, quienes dejaron una huella indeleble en el medio y consolidaron su posición como una forma de entretenimiento querida en el país.
Es esta una época que coincide con el florecimiento del cómic a nivel mundial, con el surgimiento de los comix underground y los primeros pasos de la novela gráfica.
Amar Chitra Katha (en español, Historias Inmortales en Imágenes), como editorial, publicaba una serie de cómics que se centra en los mitos, leyendas y héroes de la cultura india. Fue creada en 1967 por Anant Pai, un escritor e historiador indio, con el objetivo de difundir el conocimiento de la historia y la cultura de una manera atractiva y accesible para los jóvenes. En un principio respondía a la concepción general que se tiene sobre la historieta en el mundo: un subgénero a medio camino entre la literatura y las artes plásticas, lúdico, didáctico e infantil; aunque con la madurez de las historias, fue perfilándose en una historia seria con un trasfondo nacionalista real que puede equipararse a otros “cómics nacionales” como Elpidio Valdés, en Cuba o Astérix, en Francia.
El trabajo de Pai coincide con lo que el investigador español Santiago García llama cómic perteneciente a una “estirpe distinta” (García, 2010:265), con esto se refiere a un discurso gráfico donde la forma artística deja de vulgarizarse y se sofistica a partir de una historia de prácticas y rituales gráficos que le otorgan seriedad al trabajo.
Estas historietas tienen cerca de 400 títulos y han vendido más de 90 millones de copias. De acuerdo con Reena I. Puri, el editor actual, Pai buscaba educar y “familiarizar a los niños indios con historias sobre su herencia” en un formato que permaneciera.
Las series que editaba se fueron convirtiendo en un éxito, no solo en su país de origen, y ha vendido millones de copias en todo el mundo. Los cómics cubren una amplia gama de temas, desde los dioses y diosas hindúes hasta los líderes políticos y los héroes nacionales de la India. Además de los cómics, Amar Chitra Katha también ha producido dibujos animados, libros de texto y otros medios educativos. Actualmente es considerada una parte importante del patrimonio cultural de la India y ha sido reconocida por su contribución a la educación y la difusión de la cultura. Sus personajes, a lo largo de los años, han ido impregnando el universo de la cultura de masas con un ideal propio de difusión y entendimiento que se ha extendido por toda la región siendo hoy, una embajadora más de lo indio.
Al interior de esta editorial también se contempló el surgimiento de varios artistas talentosos, que aportaron sus estilos y perspectivas únicos al medio. A esto ayuda significativamente la fiebre occidental por crear cómic de autor o alternativo, que, entre otras cosas, buscaba fortalecer el gremio underground frente a la crisis de las editoriales tradicionales. Algunos de los nombres más destacados incluyen a Pran Kumar Sharma, quien creó el personaje icónico de Chacha Chaudhary y Ram Waeerkar. Estos artistas no solo entretuvieron a los lectores con sus cautivadoras historias y obras de arte, sino que también inspiraron a una nueva generación de creadores y fanáticos.
La sección más rentable y que más vende ACK Media aún es la mitología. Estas historietas usualmente cuentan sobre el folklore de las escrituras hindúes, las cuales incluyen fábulas sobre los dioses, sus poderes, sus encuentros con humanos y sus batallas contra el mal.
Tomemos el sánscrito épico Ramayana: en él, el príncipe Rama es un vehículo del dios hindú Vishnu cuya esposa, Sita, es secuestrada por el demonio rey Ravana, a quien mata. Ya que tales historias son consideradas como compases morales y filosóficos para los hindúes, Puri dijo que no es de sorprenderse que los títulos mitológicos tengan gran demanda. “La mitología hindú pertenece a una religión viva”, dijo. “No es una mitología muerta”.
Se está gestando un debate entre las historietas indias y los artistas de novelas gráficas, noveles y decanos, sobre si es prudente moverse más allá de los temas mitológicos ya tan conocidos.
Abhijeet Kini, un animador e ilustrador de historietas que vive en Mumbai y que lanzó su novela gráfica Chairman Meow and the Protectorsof the Proletariat dentro del Comic Con hindú de este año, dijo que “el problema aquí es que cada uno está atascado en su rutina mitológica, cada historieta que sale es sobre un dios, con demonios pertenecientes a nuestras mitologías y con bestias superhumanas”.
El trabajo de Kini se basa mayormente en el humor, ya que frecuentemente dibuja para la satírica revista Random, y para él la sociedad india y su corrupción, fanatismo sobre el cricket y Bollywood son oro para el mundo de las historietas de humor. Otros artistas de las historietas están dispuestos a hacer de esta industria una fuerza reconocida internacionalmente al presentar géneros inexplorados.
Harsho Mohan Chattoraj, un novelista gráfico e ilustrador cuyos trabajos Munkeeman y Widhwa Ma and Andhi Behen se publicaron en la convención, también ha colaborado con Level 10 Comics en la serie The Rabhasincident y ha trabajado con Joseph Calabrese en la novela The Eyesof Mara.
Chatorajj, quien vive en Calcuta, dice que los lectores urbanos indios están más que listos para el contenido maduro dentro de las historietas gracias a los cambios del panorama mediático. La presencia de programas de televisión tales como The Walking Dead y la creciente aceptación de temas adultos para las películas indias y para los programas de televisión han abierto todo tipo de posibilidades para los artistas y sus historietas. “Esto es lo que The RabhasIncident trató de hacer”, dijo Chattoraj. “Estaba viendo a los zombies, algo con lo que no relacionas a la India”.
Algunos novelistas gráficos, tales como Sarnath Banerjee, están interesados en una proyección más íntima de la India. Banerjee es el autor e ilustrador detrás del popular Corridor, el cual se publicó en 2004 y trata sobre la interacción entre los residentes de Delhi y el dueño de una tienda. Mientras Banerjee dijo que él no tiene problemas con la mitología, él siente que es momento de terminar con la monocultura dentro de las historietas.
Un cierto entendimiento de cómo la sociedad trabaja dentro de la tensión del cambio se convertirá en una parte fundamental de las historietas indias
Banerjee
¿Qué pasará con las historietas que toman a los ya tradicionales superhéroes en trajes especiales? Nagraj, por Raj Comics, es tal vez lo más parecido. Creado a finales de la década de 1980, Nagraj es un arma de terror convertida en un luchador contra el crimen cuyo principal poder es atraer serpientes místicas que puedan atacar a sus oponentes bajo órdenes y su mordida está llena de letal veneno.
Nagraj es un personaje relativamente popular, pero Varma dice que no es fácil para los superhéroes indios tener la misma cantidad de seguidores como aquellos personajes de Estados Unidos. “Los superhéroes no son posibles en la India”, dijo. “Nuestra realidad es tan rígida hacia los superhéroes que es increíble. Es por esto que las cosas contemporáneas, cosas surreales, cosas abstractas, son lo que está sucediendo ahora”.
Y así el movimiento en pro de la industria de las historietas indias está creciendo. Artistas, escritores y casas editoriales continúan experimentando con algunos éxitos, lo cual se vio bien representado con el tamaño de la concurrencia de aficionados a las historietas en la última edición del Comic Con en la India.
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