Ray Cruz se compromete con sus personajes
Por: Valia Valdés
La trayectoria de Ray Cruz en el teatro fue marcada por el desaparecido director Tony Díaz y el repertorio de Mefisto Teatro, que le permitió intervenir en espectáculos como: Muerte en el bosque, Escándalo en la trapa, Cabaret y Chicago.
Su crecimiento en la televisión transitó por varios telefilmes, telenovelas y series, además de darse a conocer como presentador e intérprete musical, hasta lograr un punto culminante en la telenovela Entrega, dirigida por Alberto Luberta Martínez y Loysis Inclán, en la que hizo suyos los retos profesionales de un joven maestro y trasmitió una manera poco convencional de defender la pedagogía y la comunicación con los estudiantes. Mientras, en el cine intervino en los filmes: José Martí. El ojo del canario, Madrigal, Inocencia y Las trampas.
El actor ha transitado entre los medios sin abandonar el teatro y, en los últimos meses, ha integrado el elenco de puestas en escena exitosas que han conmovido a los espectadores. Kilómetro Cero, escrita y dirigida por Liliana Lam, sobre una investigación de Julio César Pagés, expone el tema de la prostitución masculina y sumerge a los espectadores en situaciones originadas en hechos reales.
Fátima y el Parque de la Fraternidad, versión del cuento homónimo de Miguel Barnet, coloca a Ray Cruz como protagonista de circunstancias que intentan reprimir la autenticidad del individuo. El actor aprovecha la soledad escénica para crear complicidad con el público y hacer gala de un gran desenfado, carisma y amplias dotes histriónicas. Recientemente, el actor accedió a dialogar con Cubanow.
Creo que el respeto que le tengo a Fátima ha provocado la acogida de los espectadores, pues vienen al teatro personas de todas las generaciones y gente joven que ha entendido el conflicto.
La directora Claudia Saldívar y yo quisimos profundizar en la historia de Barnet. No hay nada más frustrante que levantarte, mirarte al espejo y no gustarte cómo eres. Eso es lo que le pasa a Fátima. Ella no es transexual, quiere ser mujer, pero no tiene valor para operarse y, a partir de esa contradicción, todo empieza a desmoronarse.
Ha trabajado géneros muy diferentes. ¿Puede referirse a sus próximas apariciones en pantalla?
Acabamos de terminar las grabaciones de la segunda temporada de Al habla con los muertos. Nos sentimos como peces en el agua en todo el proceso. La actriz Yaremis Pérez y yo tenemos una relación de amigos muy fuerte, con una complicidad inmensa. De mirarnos, ya sabemos todo lo que pasa por la cabeza del otro.
Contribuyó a sentirnos muy cómodos el hecho de que Amilcar Salatti, además de ser el guionista, participó en el proceso diario como director, junto a Alberto Luberta, por lo que tuvimos la posibilidad de cambiar algunas cosas en los ensayos e incorporar textos.
Grabamos cuarenta días seguidos, desde las cinco de la mañana hasta las siete de la noche. Fue muy satisfactorio levantarse a las cuatro de la mañana e ir a trabajar en esa serie. ¡Es lo único que haría toda la vida!
He interpretado personajes que han tenido aceptación, sin embargo, en la calle lo que más me preguntan es: ¿Dónde dejaste a la Guajira? ¿Cuándo vuelve Al habla con los muertos?
A los niños les encanta. Hicimos una serie infantil y no nos dimos cuenta.
¿Integrará el elenco de Calendario en su tercera temporada?
Sí. En la tercera temporada interpreto al padre de una estudiante que entra nueva al aula. Las creencias religiosas de mi personaje entran en contradicción con algunas situaciones que se desarrollan en la trama.
Ese rol ha sido uno de los más difíciles que he asumido hasta ahora, porque me exigió una contención total. Soy extrovertido, tengo mucha energía y Josué es todo lo contrario, es una vela. Me alejé del teléfono móvil y todo lo que pudiera distraerme por respeto al personaje.
En la telenovela El Derecho de Soñar asumió dos personajes diferentes, con caracterizaciones bien marcadas. ¿Puede revelar cuál es el secreto de Igor en el conflicto referido a la actualidad?
Todos se lo preguntan. Solo puedo decirte que el personaje está expuesto a situaciones éticas y morales complejas. Me encantan los personajes que tengan matices, que no sean blancos ni negros.
¿Cómo prepara las caracterizaciones?
No paro de estudiar. Veo documentales, series. Acudo con frecuencia al director y coach de actores Eduardo Eimil, y él me propone lecturas, y audiovisuales que se relacionan con la personalidad que investigo.
Escucho música que me ayude a entrar en situación. Quiero estar todo el tiempo motivado con lo que me permita involucrarme en el personaje que estoy trabajando.
¿Cuáles son sus planes inmediatos?
Deben salir al aire entre 2023 y 2024 las producciones de las que te he hablado, por lo que quiero estar un año sin hacer televisión. Centrarme en las representaciones de Kilómetro Cero y, con el apoyo del Consejo de las Artes Escénicas, presentar el monólogo Fátima y el Parque de la Fraternidad por toda Cuba.
¿Le interesa defender los conflictos que expone en escena?
Totalmente. Nosotros como artistas somos un fragmento de la sociedad y lo que podemos hacer es darle visibilidad a las dificultades no resueltas, con el apoyo de las instituciones. Vivimos momentos difíciles, de desarraigo, perdemos amigos y eso me afecta muchísimo. Creo que este es un país hermoso, que tiene problemas, por supuesto, pero desde mi pedacito, desde la parte que me toca, intento que la gente entienda que podemos tener un poco de fe, que podemos intentarlo.
