Cine ruso de hoy
Texto y fotos: Valia Valdés
Se desarrolla el Festival de Cine Ruso en La Habana y se han anunciado ya siete largometrajes de estreno. Directores, actores, ejecutivos de ROSKINO y varias empresas productoras han traído consigo una muestra de los filmes más taquilleros de su reciente filmografía, entre ellas, Aire y El Desafío.
Esta última contiene escenas que fueron rodadas en locaciones reales del cosmos, ubicadas en el sector ruso de la estación orbital internacional. Estas permiten conocer el interior de la Soyuz de manera muy detallada, aunque estamos tal vez muy lejos de imaginar los obstáculos logísticos que superó el director y camarógrafo Klim Shipenko para lograr la correcta fotografía e iluminación en espacios tan estrechos.
El conflicto de El Desafío está a medio camino entre el drama y la acción, y relata la selección expedita de un médico que efectuará una operación toráxica de riesgo en un ambiente de cero gravedad, a raíz de un accidente de trabajo que sufre un cosmonauta ruso. Para realizar el complejo procedimiento resulta elegida una mujer, debido a su carácter resolutivo y habilidades quirúrgicas.
El filme se destaca por la fina ironía, las contradicciones emocionales de los personajes, el nivel actoral del elenco, en el que sobresale la interpretación de Yulia Peresild, actriz y cantante, ganadora de los premios Águila de Oro y Nika por actuaciones anteriores en televisión y cine; y que, además, es la única intérprete en el planeta que ha logrado actuar más allá del espacio terrestre.
Aquí se hace referencia a la capacidad femenina para asumir tareas de alta complejidad, tanto física como intelectual; y hay un debate en torno a temas como la utilidad que hoy tiene la exploración espacial, el duelo del individuo ante la pérdida de un ser querido y las consecuencias de la supeditación de la vida familiar a deberes profesionales.
La película resalta la gran proeza de los viajes espaciales y la fortaleza psicofísica demostrada por el ser humano. Los cosmonautas son ejemplo de rigor profesional, de valentía, y el filme estimula esa imagen, de admiración hacia los logros científicos y tecnológicos de la Federación Rusa.
El potencial femenino también es cuestionado en Aire, obra del director Alexey Guerman, Premio a Mejor Director en el Festival de Cine de Venecia (2003) y ganador del Oso de Plata en el Festival de Cine de Berlín (2018).
Ambientada en la Segunda Guerra Mundial, la película se refiere a la incorporación de una unidad de pilotos inexpertas a un regimiento de aviación. Se percibe el interés de sensibilizar a los espectadores con la protección del arte y el legado cultural en medio de las circunstancias de la guerra, y se apela a los sentimientos más nobles de los personajes. Sin embargo, al alargar el tiempo de la narración de los sucesos que se quieren relatar, de alguna forma, se reitera el entretejido de emociones y conceptos.
¿Qué es más importante, la patria o las personas?, esa es la interrogante de una joven aviadora que arrastra muy duras vivencias relacionadas con pasajes de la era soviética. El largometraje muestra cómo grandes sacrificios para vencer al nazismo, a pesar del atraso tecnológico de la industria militar soviética y las condiciones de inanición que enfrentó la población civil, hicieron posible, primero, la victoria sobre aquellos enemigos, y después, la supervivencia de una gran nación.
La excelente reconstrucción de época, la fotografía de primeros planos impactantes, llamativas maniobras aéreas en las escenas de combate y un elenco signado por rostros comunes, convincentes y realistas atrapan al espectador hasta el epílogo del filme, donde se descubre el compromiso personal del director con el argumento y cuanto respeto por la historia nacional permanece en la memoria del pueblo ruso.
El amor, la educación y las competencias de ajedrez al más alto nivel, son otras de las temáticas de las producciones presentes en el Festival de Cine Ruso. Un lujo que no podemos dejar de disfrutar, con actores grandiosos, historias, sonidos e imágenes de una calidad sobresaliente.